¿Estás meditando correctamente?
5 Señales de que vas en la dirección deseada
¿Te has preguntado alguna vez si estás meditando de forma correcta?
Esta es una de las preguntas que más me hacen como maestra de meditación. Y la verdad es que no hay indicadores claros de que estés meditando bien o mal.
Tener toneladas de pensamientos no significa que estés meditando mal y sentirte tranquilo no significa que estés meditando de la manera correcta.
Para sacar el máximo provecho de esta importante reflexión, te invito a dejar de lado la idea de meditación “correcta” o “incorrecta”. En su lugar, veamos si estás avanzando o no en el camino hacia el aumento de la paz, la paciencia, la alegría y el bienestar que buscas cultivar a través de tu práctica de meditación.
Aquí comparto mis cinco “señales” que puedes buscar en tu propia experiencia para reconocer si vas en la dirección deseada en el camino de la meditación.
Ten en cuenta que no tienes que experimentar todas estas señales todo el tiempo. La manera más significativa de medir la eficacia de tu práctica de meditación es a través de lo que sientes que se va transformando y va aflorando dentro de ti en tu vida cotidiana.
Puedes confiar en que estás meditando “correctamente” cuando:
1. Estás en quietud
Esto empieza por aprender a estar físicamente inmóvil. No sigues cada impulso interno de rascarte la nariz, ajustar la postura o abrir los ojos para ver la hora. A continuación, el proceso se profundiza al acallar la sensación interna de agitación. Te quedas quieto/a ante cualquier cosa que ocurra en el siempre cambiante mundo interior.
2. Te conviertes en el observador
La vida seguirá ocurriendo dentro de ti mientras meditas. Tendrás pensamientos, emociones y sensaciones físicas. A medida que adquieras práctica, te convertirás en el observador de esta experiencia. Serás capaz de contemplarla y, aunque solo sea por unos momentos, no reaccionarás frente a ella. No te esforzarás por cambiar tu experiencia, sino que estarás con ella como observador compasivo.
3. Aceptas tu experiencia
Aquí es donde surge la paz profunda en la práctica de la meditación. Puedes observar todo lo que ocurre en tu interior y dejar que esté ahí. No te sientes perturbado por los pensamientos que van constantemente a la deriva o incluso por tus sentimientos de frustración, arrepentimiento o preocupación. Sabes que es solo una experiencia que pasará y por eso aceptas su presencia dentro de ti en este momento.
4. Te expandes más allá de los límites del tiempo y el espacio
La meditación es un estado de consciencia atemporal y en ella experimentas un cambio en tu sentido habitual del tiempo y el espacio. Esto puede ser sutil, como sentir que el tiempo pasa rápidamente en una meditación o que la consciencia de tu cuerpo se disuelve o que sientes que tu sentido del ser se expande mucho más allá de tu cuerpo. Esto te aporta una sensación de profunda tranquilidad, asombro y liberación de la percepción usualmente limitada de lo que eres.
5. Abrazas el viaje de la meditación
Cuanto más medites, más te darás cuenta de que no existe una experiencia estática de meditación. En cambio, es un viaje que cambia constantemente. Con la práctica, aprendes a abrazar este viaje. En lugar de intentar repetir la experiencia de alguna gran meditación que hayas tenido antes o cumplir con una expectativa elevada, te sientas con una apertura para emprender el viaje único de la meditación que te espera hoy.
Tengo plena fe en que, con la práctica, puedes cultivar una práctica de meditación que sea profundamente nutritiva y transformadora. Como en cualquier viaje, es esencial empezar y seguir recorriendo el camino.
Con todo mi amor,
Shree Devi Maa